Hundimiento (también conocido como Correr) se refiere a defectos de pintura irregulares que se producen durante la pulverización automotriz cuando el recubrimiento se aplica con una capa demasiado gruesa o irregular. Por la gravedad, la pintura fluye hacia abajo, formando vetas, goteos o grietas. El descolgamiento no solo afecta la apariencia, sino que también causa un espesor desigual del recubrimiento, lo que compromete el rendimiento y la durabilidad de la película de pintura.
Apariencia visual:
Rayas, corridas o marcas de flujo visibles en la superficie de la pintura, que a menudo aparecen como rastros descendentes de exceso de pintura.
Textura de la superficie:
La superficie se siente irregular con áreas localizadas de acumulación de pintura.
Ocurrencia típica:
El desprendimiento suele aparecer en superficies verticales o inclinadas donde la gravedad hace que la pintura se deslice hacia abajo.
Espesor excesivo del recubrimiento
Aplicar demasiada pintura a la vez impide un secado uniforme, provocando que el revestimiento se corra.
Distancia de pulverización demasiado cercana
Sostener la pistola rociadora demasiado cerca de la superficie concentra la pintura en un área pequeña, lo que produce una capa demasiado gruesa.
Velocidad de pulverización lenta
Mover la pistola pulverizadora demasiado lentamente provoca acumulación de pintura en determinadas zonas, lo que aumenta el riesgo de que se desprenda.
Pintura demasiado diluida
Una proporción incorrecta de disolvente hace que la pintura sea demasiado fluida, lo que aumenta su flujo y aumenta la probabilidad de que se desprenda.
Entorno de pulverización desfavorable
Las bajas temperaturas, la mala ventilación o una alta concentración de vapor de disolvente retardan el secado, haciendo que la superficie de la pintura quede demasiado húmeda y propensa a descolgarse.
Configuración incorrecta de la pistola pulverizadora
El uso de una boquilla de gran tamaño con baja presión de aire o un patrón de pulverización estrecho provoca una salida excesiva de pintura, lo que genera flacidez.
Preparación inadecuada de la superficie
Un desengrasado incompleto o una limpieza deficiente impiden la correcta adhesión de la pintura, lo que aumenta el riesgo de descolgamiento, especialmente en recubrimientos antiguos contaminados o brillantes. Un lijado y una limpieza adecuados son esenciales.
Control del espesor del recubrimiento
Aplique capas finas y uniformes. Evite aplicar capas demasiado gruesas en una sola pasada.
Mantenga la distancia de pulverización adecuada
Mantenga la pistola pulverizadora a una distancia de 15-20 cm de la superficie para una distribución uniforme de la pintura.
Ajustar la velocidad de pulverización
Mueva la pistola pulverizadora a una velocidad constante y moderada. Evite detenerse o disminuir la velocidad en cualquier área.
Optimizar la formulación de la pintura
Diluya la pintura estrictamente de acuerdo con las recomendaciones del fabricante para garantizar una viscosidad y un flujo adecuados.
Control del entorno de pulverización
Pulverizar en las condiciones recomendadas, idealmente a temperaturas entre 20-25°C y con buena ventilación.
Configuración correcta de la pistola pulverizadora
Calibre periódicamente su pistola pulverizadora. Asegúrese de que el tamaño de la boquilla, el cabezal de aire y la presión de aire coincidan con el tipo de pintura que se va a utilizar.
Lijado y pulido:
Para flacidez menor, lije el área afectada con papel de lija de grano fino (1500-2000) y pula la superficie para restaurar la suavidad y el brillo.
Repintado local:
En caso de flacidez más severa, lije bien el área afectada y vuelva a aplicar pintura para una reparación localizada.
Siguiendo las técnicas de pulverización adecuadas, controlando los factores ambientales y utilizando el equipo y las formulaciones de pintura correctos, se pueden prevenir eficazmente las caídas o el corrimiento, lo que garantiza un acabado automotriz suave y de alta calidad.